jueves, 17 de noviembre de 2011

pasion por emprender capitulo 2 (ruben hoyos, noralba moyano, diana sanchez)


CAPITULO 2


PASION POR  EMPRENDER


Muchos emprendedores cometen un grave error al creer que su idea debe ser única. Creen que su proyecto depende de tener una idea brillante y, cuando la encuentran, los inunda el temor de que todo el mundo se las quiera "robar”. La protegen a tal punto que nunca reúnen la información necesaria para saber si es un buen proyecto. Como resultado pueden ocurrir dos cosas: o bien llevan adelante su idea sin un buen entendimiento del mercado (y fracasan) o el proyecto nunca cristaliza (y fracasan sin haberlo intentado).

La diferencia entre ambas cuestiones es la misma que existe entre el valor de la idea y el de la implementación. Esta frase resume mi visión sobre el tema. El secreto no está en preguntar "cuál es tu idea" sino en responder "qué va a hacer que tú y tu equipo puedan convertir esa idea en un éxito". Por eso el triángulo del proceso emprendedor aparece invertido, porque la base de todo es la calidad del equipo emprendedor. La idea (como también el capital) es un vértice del proceso, pero el punto sobre el cual se apoya el triángulo es el emprendedor y su capacidad para llevar ideas a la realidad.
Esto nos permite a los emprendedores de países emergentes estudiar mejor la oportunidad que hemos detectado, y ver qué sucede con ese rubro en los mercados más desarrollados.

Ejemplo es Claudio Marangoni, el ex- jugador de fútbol del club argentino Independiente de Avellaneda. Al retirarse como deportista profesional creó una cadena de escuelas de fútbol, que luego diversificó con escuelas de danza, colonias de vacaciones y parques recreativos. La clave no está en la "originalidad" de la idea. El éxito proviene de haberla puesto en práctica mejor que los demás.

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